¡Año de nieves, año de bienes!


¡Año de nieves, año de bienes!




Los Reyes magos trajeron nieves y bajas temperaturas. Año de nieves, año de bienes. Bellas vistas de las cumbres nevadas de las sierras de Cazorla, Mágina, Sierras de Jaén, resto de cordilleras y mesetas ¡Y nos suben el recibo de la electricidad y gas! Saldremos más fuertes, dicen, miles murieron. Miedos por la pandemia mortal, miedos por restricciones diarias y sanciones, adversidades climáticas y económicas en estos gélidos y azulados días invernales.

Envían pocas vacunas, se expanden nuevas cepas británica y africana; ¡Vendrán otras olas virales!, atemoriza la OMS. Fábula del griego Esopo: ¡Que viene el lobo! ¡Ay, homo homini lupus! Amedrentar, vigilar y castigar, atraco fiscal y despilfarro político.

Epicuro enseñaba en su jardín de Atenas que la sabiduría cura como cuatro medicinas juntas (τετραφάρμακος): no temas a los dioses, no temas a la muerte, lo que es bueno es fácil de alcanzar, lo que es malo es fácil de evitar. Derechos y deberes para trabajar y comerciar, libertades y responsabilidades personales, familiares y sanitarias, con estos bienes dejaríamos los mortales caminos de servidumbre del despotismo viral.


 


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